lunes

Motivar emotivando




Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.
Emocionar es crear unas circunstancias externas que propicien el desarrollo de ese estado afectivo.
Emotivar será esa capacidad de motivar desde la emoción. Esto conseguirá, ineludiblemente, que la persona se motive intrínsecamente, implicándose y comprometiéndose con el desarrollo del proyecto.
Para asegurarnos la adherencia del colaborador a la organización, tenemos que trabajar desde lo afectivo, desarrollando un vínculo con el proyecto de empresa, lo cual asegurará el compromiso y permanencia del talento. Una forma más de retener el talento.
Cuando la motivación es extrínseca, como el dinero, se puede igualar o mejorar; en cualquier momento pueden ofrecerle al colaborador algo igual o mejor, que se traduzca en “reto” o “mejora”, y se valore el cambio de empresa. Lo afectivo no es tan fácil de igualar y mucho menos, de superar. Cuando un colaborador adquiere el compromiso personal con la empresa, y se siente emotivado por el proyecto, a veces ni las ofertas más desmesuradas consiguen el cambio.
Porque somos seres humanos; somos instinto, carencias y afecto.

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