Pensar, actuar, cambiar el mundo.
Actuar, pensar, cambiar tu interior.
No es una acción lineal, sino circular.
Tu pensamiento no sólo es capaz de modificar tu conducta; tu conducta también es capaz de modificar tu pensamiento.
Pero, ¿de qué está hecho tu pensamiento? Tu pensamiento es lenguaje. Palabras reconvertidas en autocríticas, reflexiones, autoinstrucciones para guiar tu conducta.
Te invito a centrar tu atención en ese lenguaje interior un sólo día. La proporción de pensamientos positivos en relación a los negativos, tiene relación directa con tu seguridad, confianza y éxito en tu vida.
Personas que "se hablan" de forma positiva, constructiva, con un lenguaje interior traducido en pensamientos positivos, son personas con confianza en sí mismas, seguridad y autoestima. Al contrario, las personas que tienden a pensar de forma más negativa, con exceso de autocrítica y con pocas palabras positivas hacia si mismos, suelen ser personas inseguras, con una baja autovaloración y autoeficacia. La ecuación parece fácil: si piensas bien actuarás mejor. Pero nada fácil.
Intentémoslo al revés.Actuar, pensar, cambiar tu interior.
No es una acción lineal, sino circular.
Tu pensamiento no sólo es capaz de modificar tu conducta; tu conducta también es capaz de modificar tu pensamiento.
Pero, ¿de qué está hecho tu pensamiento? Tu pensamiento es lenguaje. Palabras reconvertidas en autocríticas, reflexiones, autoinstrucciones para guiar tu conducta.
Te invito a centrar tu atención en ese lenguaje interior un sólo día. La proporción de pensamientos positivos en relación a los negativos, tiene relación directa con tu seguridad, confianza y éxito en tu vida.
Personas que "se hablan" de forma positiva, constructiva, con un lenguaje interior traducido en pensamientos positivos, son personas con confianza en sí mismas, seguridad y autoestima. Al contrario, las personas que tienden a pensar de forma más negativa, con exceso de autocrítica y con pocas palabras positivas hacia si mismos, suelen ser personas inseguras, con una baja autovaloración y autoeficacia. La ecuación parece fácil: si piensas bien actuarás mejor. Pero nada fácil.
Actuar modifica el pensar y el sentir.
No sólo lo que piensas y sientes tiene repercusión en tu comportamiento, en el ambiente; también el ambiente y tu comportamiento tienen repercusión en lo que piensas y sientes.
Cuando estés mal, intenta hacer las cosas que harías si estuvieses bien. Esa acción tendrá repercusión sobre tu sentir y pensar, modificándolo y creando las emociones y pensamientos propios de esa acción. Sentir, pensar, actuar, sentir, pensar, actuar...
"Si no actúas como piensas, acabarás pensando como actúas" ;)
Me encanta. Enhorabuena.
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