lunes

Aprender a valorar el producto interno.



Este articulo pretende ser una reflexión de por qué, generalmente, todo lo de fuera es mejor que lo nuestro.

Si nos vamos a la cultura, gana lo americano: en cine, arte y espectáculos todo lo que viene de la otra orilla es siempre mejor que lo nuestro.Muchos son los artistas, investigadores, empresarios, que han tenido que ser valorados fuera para que se les empezara a valorar en casa.

¿Y en la empresa? La empresa, al ser un microsistema social, no deja de ser una prolongación de la misma. En la mayoría de las ocasiones, el colaborador no es valorado como se merece. Se pasa de la objetividad del proceso de selección, donde el candidato es escogido de entre muchos por, teóricamente, ser el mejor, a la subjetividad de sentirlo como propio, y desmerecerlo de sus logros y capacidades, siempre a la sombra de lo que hacen los de fuera. Cuando lo tienes, no lo valoras. Frase aplicable a todos los aspectos de la vida. Y en la empresa también, como no podía ser de otra manera.

El resultado de un colaborador infravalorado es la desmotivación, desintegración en la empresa y, posiblemente, la desvinculación. Hay quien se amolda a la imagen que se tiene de él, y quien lucha hasta el final por salirse de ese molde y demostrar que es más de lo que quieren ver. Cuando la lucha se hace insoportable, se acaba abandonando la empresa. Y la empresa pierde un TALENTO integrado, motivado y comprometido con el proyecto empresarial, por no querer o no saber ver que es más que parte de su plantilla. ¿Por miedo? ¿Por desconocimiento de las ventajas del “valorar”? ¿Por cultura tradicional, que lo nuestro ya es nuestro y no hay que valorarlo?.

De la cultura tenemos que saber que es nuestra, sólo nuestra, a veces ilógica, irracional, no compartida, y lo peor, no cuestionada. Cuando preguntamos sobre algún elemento de la cultura organizacional :

“¿Por qué se hace así?”, la respuesta más común es:

“Se hace porque se hace, porque siempre se ha hecho así”.

El razonamiento lógico brilla por su ausencia.

Esa misma ausencia de lógica tiene el planteamiento de preferir lo que no tenemos a lo que tenemos, de que lo de fuera es mejor que lo de dentro, o de que para poder ver que alguien es bueno te lo tengan que decir otros. Quizá hacer lo fácil difícil y lo accesible inaccesible sea una buena opción.

3 comentarios:

  1. Coincido contigo Laura en que no tiene lógica eso de que "las cosas se hacen así porque siempre así se han hecho". Bajo mi punto de vista, es un gran error, porque el mundo empresarial, la empresa, está rodeada de un entorno dinámico, donde prácticamente nada permanece constante, se está en continuo cambio, por lo que la empresa deberá estar preparada para el cambio, para adaptarse al entorno. Esto requiere, entre muchas cosas, una visión Proactiva, es decir, adelantarse a los cambios, adelantarnos a aspectos empresariales que pueden echarnos del mercado, que no tengamos margen de maniobra. NO podemos ser Reactivos, es decir, responder únicamente ante los cambios que ya sean una realidad para cambiar. Esto deja poca capacidad de maniobra y hará que perdamos competitividad, dejaremos la puerta de entrada abierta a nuevos competidores y no seremos líderes...

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  2. Pues si Santi, pero la tendencia natural es acomodarnos en lo fácil, con lo que esa adaptación que comentas al dinamismo externo no siempre existe o, al menos, no en la medida ideal.
    Quizá sea ésta buena explicación de por qué tenemos tan poco liderazgo empresarial en este país...
    Gracias por tu comentario, un abrazo :)

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  3. Hola, muy interesante el post, saludos desde Panama!

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Gracias por participar en el blog de Laura Chica